martes, 26 de marzo de 2024

Coyuntura - Maleducados

 “Mi educación fue interrumpida a los seis años, cuando me mandaron a la escuela”.

¿De qué educación hablaba?

Aunque nos reímos y reconocemos que la frase tiene algo de verdad, salimos a protestar si un gobierno anuncia su intención de desfinanciar la educación.

Un sentido común reconoce la formación ética de la escuela. La formación dota a los alumnos de valores y de un sentido de la vida. Hacer las cosas bien, ser mejores, terminar lo que se hace, luchar por lo que se cree que está bien, ser justos, no robar, respetar, cumplir con las obligaciones, hacer los deberes.

Principios.

Aquello que, si se pierde, cualquiera puede hacer cualquier cosa y queda impune.

Nos parece bien, necesario, que los adolescentes se rebelen, pero hasta un límite. Un límite de lo que pueden hacer —si con otros adolescentes rugbiers matan a un pibe, se pasan de la raya—, y de cuánto tiempo serán adolescente —si sigue rebelándose contra todo a los 35 años, no está madurando.

Bueno, acá están todos estos líderes que cruzan la raya. Que matan, que se cagan en los acuerdos de la convivencia, que tiran abajo lo que creíamos que habíamos convenido para siempre: el rechazo al racismo, el rechazo a gobiernos que torturan y asesinan en masa, la igualdad de la mujer, el respeto al estado de derecho.

Y pareciera que no tenemos capacidad de reacción frente a esto. Le pegaron un tiro en la cara a una defensora de la institucionalidad y la negamos dos veces antes de que el gallo cantara tres. Así fue asesinada la institucionalidad democrática instaurada en 1983. Luego, en la marcha del 24, nos sacamos selfies como en un picnic.

sábado, 16 de marzo de 2024

Los árboles

Mi amiga Silvina y su compañero Pedro usaron sus ahorros para comprarse una casita pequeña pequeña en un lugar bastante lejos de Buenos Aires. 

Hay que tomar el tren, viajar 40 minutos y después esperar el colectivo, que medio pasa cuando quiere y que llega hasta unas cinco cuadras de la casita. No es tan fácil llegar.

No es tan fácil llegar, pero allá está la casita esperándolos, paradita, amarilla, pequeña.

En medio de un terrenito donde Silvina plantó un fresno, un álamo, una planta de mandarina y un limonero.

El fresno se fue para arriba como un campeón, y al álamo, que es un álamo plateado, se le cayeron las hojas, pero el tronco está saludable.

También crece con vigor juvenil el arbolito de mandarina, al que no le importó en absoluto una inundación.

En cambio, el exceso de agua parece haber afectado al limonero, que no murió pero tampoco cambia. Quedó como en un estado de latencia.

Cada vez que va a la casa, Silvina pasa mucho tiempo con sus árboles. 

Se compró algunas herramientas de jardín, mira en su celular algunos consejos que ofrecen otros amantes de los árboles como se ha descubierto ella, está juntando bosta de caballo con la que prepara abono.

Al fresno lo curó de pulgones. Al limonero le dedica un amor especial (parece que algo significa el limonero para ella).

Son todos arbolitos chicos. Arbolitos niños. Pero el álamo se hará enorme. Crecerá hasta la altura de un edificio de dos o tres pisos. Y el fresno también será un árbol grande, y el árbol de mandarina y el limonero se llenarán de flores blancas en la primavera.

El limonero, tan cachuzo como está ahora, un día aparecerá decorado con una muchedumbre de limones de oro que brillarán como soles, y Silvina los mirará y llorará de amor.


Porque todo esto pasará.





martes, 12 de marzo de 2024

La médium

Era una familia supersticiosa. Todo el tiempo buscaban en la realidad signos de otra realidad. Nada los entusiasmaba tanto como la ocurrencia de que un pájaro que se metía en la casa era el anuncio de que alguien quedaría embarazada, o de que la enfermedad de un niño era producto de la maldición que alguien le había echado a su madre.

No era extraño que varios de ellos practicaran el espiritismo. Lo hicieron durante toda la vida. Fue así que alguien descubrió en una muchacha que trabajaba de mucama, dotes de medium.

La muchacha obedeció a su patrona y también se complació en tener un reconocimiento mayor que el ser una sirvienta.

Su agente la introdujo como medium en las sesiones de espiritismo, con bastante éxito y más tarde comenzó a llamarla a su casa y convocar a personas que tenía algún problema. Entonces le pedía a la muchacha que se concentrara y le dijera que veía en la persona.

Quienes iban cada vez salían más impresionados y la muchacha cada vez estaba más segura de que la señora tenía razón y ella realmente veía más allá. 

Sus visiones la asombraban, más aún cuando las personas le confirmaban, también azoradas, que les decía cosas que nadie sabía, y más aún todavía cuando profetizaba circunstancias y hechos que con el tiempo se cumplían.

Una tarde la señora convocó a su sobrina Micaela, y la muchacha le dijo que en su interior vivía el espíritu de un artista gigante, alguien que vino a este mundo para sembrar algo que cambiaría todo.

Le dijo que tenía que pintar —Micaela le dijo que muchas veces pintaba— para que el espíritu pudiera hacer su obra.

Con la voz de otra persona, la muchacha le dijo a Micaela: “ahora tenés un sentido en la vida”.



Lista de personas con quienes uno quiere estar

Ariel podría ser una lista con los deseos que lo mueven a estar con las personas con quien más quiere estar:

Su esposa Alicia.

Su amigo Manuel.

Su amigo Beto.

Su hijo Pablo.

Su amiga Miriam.

Su compañera de trabajo Eduardo.

Su sobrino Esteban.

Su amigo Fernando.

Y otros. 


Eficacia del lenguaje oral

Para traducir del idioma chino al español debería tenerse en cuenta la observación de Borges de que sólo las palabras del lenguaje oral tienen eficacia. 

Decía que no la tienen todas las palabras de diccionario. Por ejemplo, la palabra “azulado”, “azulino”, “azuloso”. “Azulado” es una palabra que el lector acepta, pero “azuloso” no. Va en la dirección contraria de la que piensa el lector.


lunes, 11 de marzo de 2024

Coyuntura - Eliminamos los parásitos. ¿Y ahora?

Esta semana lloverá todos los días. 

Rosario se hace invivible. 

En marzo y abril la gente de todo el país comenzaremos a sentir que nos están sacando todo. 

Y que eso no tendrá fin. 


En el verano viejo aparecen estas semanas de lluvia y ya se instala el frío y las nubes para siempre, y luego comienza la muerte. 


Si no disfrutamos con la muerte, conviene pensar en un plan.


Quiero tener fe en que los argentinos resisten los embates de la oligarquía perversa, mugrienta, violenta.


Los argentinos se levantaron una y otra vez, como con Irigoyen, con Perón, en el Cordobazo, contra la dictadura del 76, contra la infamia del final de los 90.


Es cierto que esos movimientos fueron al final doblegados. La dictadura del 76 triunfó, con cada ataque, la oligarquía ganó metros.

Desde hace por lo menos medio siglo, después de cada batalla, salimos más debilitados y maltrechos que antes.

Pero no nos despedazaron, como era su intención.


Quiero tener fe en que no nos van a despedazar tampoco esta vez. 


Ahora nos están dando una puñalada profunda.


Salvo las feministas, no hemos sabido ponernos firmes con un futuro. Hemos perdido el sencillo y pacífico paraíso familiar de que los viejos estén tranquilos, de tener un trabajo, hacerle el cumpleaños de quince a la piba, una casita y un auto, saber que un argentino ha sido premiado, asado el domingo, leer un buen libro, ver un partido de fútbol, tener el descanso de unas vacaciones, el sueño de que los chicos cumplan sus deseos.

No aspiramos los argentinos a ser dueños del mundo ni a un progreso espectacular que se consigue con guerras y conquistas.

Sin embargo, hemos tenido representantes que le dieron la espalda a nuestras modestas aspiraciones, y así en la última década la derecha se adueñó del futuro. 


Sin embargo, con Milei está demostrando que no sabe qué proponer para ese futuro, salvo rabia.


Es evidente cuánto le debe el triunfo de Milei a la necesidad de terminar con un statu quo miserable, con un esquema de poder mezquino, inútil a la hora de representar los intereses de toda la sociedad. Pero ¿cuál es la utopía de Milei?


Se habla de la aspiración individualista, la ilusión de los veinteañeros de hacerse millonarios con bitcoins y desarrollando videojuegos. El individualismo es una fuerza poderosa, pero no es un sueño para toda la sociedad.


Sí ha sido un sueño liberarse de los inútiles, de los parásitos, de la manera en que fuera —aún sabiendo que convocaríamos parásitos mayores, más voraces, más criminales.


Había que cambiar. Pero ¿y ahora?


Necesitamos tener fe en que surgirá un sueño y en que tomen forma las maneras de proponerlo.


Necesitamos pensar qué será bueno para nuestros hijos y, contra el viento y marea de estos monstruos, empezar a construirlo. 


domingo, 10 de marzo de 2024

Tres de nosotros



2 genéticamente chinos.

1/2 genéticamente argentino. 

genéticamente china.

1/2 genéticamente argentina.

genéticamente medio chinos. 

genéticamente medio argentinos. 

3 humanos.

Haien Qiu, china de Rada Tilly; Vero Chen, china de Buenos Aires; Gustavo Ng, chino de San Nicolás.