viernes, 10 de junio de 2016

Sentido común


Funcionarios de este Gobierno y sus partidarios vienen diciendo que “le hicieron creer a un empleado medio que su sueldo servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso era una ilusión. Eso no era normal”, y dicen que fue “una mentira importante y muy grande, de haberle dicho a la gente que podía vivir de esta forma eternamente”.
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Muchas personas interpretan que “lo que están diciendo en realidad” es que el Gobierno anterior creó la fantasía de que las personas de los sectores más bajos podían tener una vida mejor.
La realidad sería que los sectores bajos deben seguir siendo sectores bajos.
Se trataría de un orden social “normal”, en el que hay sectores que pueden comprar celulares, etc., y sectores que no.
Quienes hacen esta lectura la saben obvia.
No admiten que pueda existir otra lectura.
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Por otra parte, otras muchas personas interpretan que lo que los funcionarios y oficialistas están diciendo es que el Gobierno anterior empeñó el país para hacerle creer a los sectores medios y bajos que podían tener una buena vida sin que eso le costara nada al país.
El costo es lo que se está pagando ahora.
Se paga para “sincerar” la economía: si no hay plata para que un “empleado medio” se compre un plasma, pues no se lo podrá comprar.
Un paso más en esta lectura dice que el “empleado medio” se aguante hasta que la economía está bien, y entonces podrá comprarse todo lo que quiera, sobre una base “real”.
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Las personas de la primera lectura dirían que las de la segunda mienten, y viceversa.
En realidad, la fatalidad es que quienes hacen la primera lectura jamás llegan a decir que las otras (que representan el voto mayoritario que consagró a la fuerza gobernante) mienten, porque no las escuchan.
Me parece grave la segunda lectura.
Me parece grave que no se la escuche.
Me parece más grave aún que se atribuya a quienes hacen la segunda lectura el mismo sentido común de la primera. Si creemos que nuestro pensamiento es el único, que el otro no tiene un pensamiento, no haremos otra cosa que bufar como eunucos.



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