viernes, 19 de febrero de 2016

El caso de Johann


Su madre, Frida, no lo quiso. Cuando supo que estaba embarazada trató de abortar. Luego estuvo abortándolo toda su vida. La convenció de tenerlo su marido, hablándole de una muñeca. “Tendrás una muñequita, tuya, sólo tuya, podrás vestirla, caminará, te mirará a los ojos de verdad, estará viva…” Con el tiempo él descargaba su bronca contra Johann. Se sacaba el cinto y le pegaba hasta agotarse, sin abrir la boca, tenso por el odio contra su hijo, que había venido a amargarle la vida a Frida, arruinar la pareja, convertir el hecho milagroso de un niño en algo monstruoso.
Murió Johann padre cuando era un hombre joven. Quedaron solos, el hijo con su madre. Un día el hijo dejó de salir de su dormitorio, hizo cosas que asustaron a Frida, ella pidió ayuda a los vecinos, Johann fue internado en un manicomio.
Frida iba a verlo. Se sentaban uno junto a otro un rato. Luego ella se despedía.
Meses después Johann fue dado de alta, se dirigió a su casa, ahorcó a Frida y volvió a su cuatro.
Sólo le quedaba dejarse deslizar hacia la muerte. Algunos amigos lo visitaban (¿estaba en su cuarto o nuevamente en el manicomio?), nadie lo necesitaba. Uno a uno, lo olvidaron.
Johann vivió hasta los 86 años.





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