domingo, 18 de enero de 2015

Adviento


Uno de los escritores que duerme en el Parador Retiro me dice "usted tiene que escuchar al Hombre. Yo lo tengo grabado". Le pregunto si lo grabó de una radio.
"No, está acá".
"Entonces presentámelo".
Es un hombre cualquiera. Me saluda cordialmente. Busco algo especial en su actitud y en lo que dice, pero no lo encuentro.
"Su amigo está muy interesado en lo que dice".
El hombre sonríe apenas. El escritor, al Hombre:
"Dígale, cuentelé".
Y a mí:
"Ahora está hablando como nosotros, pero usted no sabe las cosas que dice".
Al Hombre, nuevamente:
"Cuentelé de La Bestia", y el Hombre al fin arranca, como no queriendo, porque no hemos llegado a la charla por donde él quería, porque tiene que hablar por obligación.
"Se va imponiendo la Bestia. Llegó su tiempo. No irrumpe triturando todo. Nada más va ganando el mundo. El triple seis. Las tres doble ve que están en todos lados son el seis-seis-seis".
El escritor lo mira fascinado. El Hombre me mira con fijeza. Le digo que volveremos a charlar.





No hay comentarios:

Publicar un comentario