miércoles, 31 de diciembre de 2014

El rito de Fin de Año


Para las fiestas el tío Jaime llegaba cuando ya estaba la mesa puesta, con los adornos, las servilletas de papel con estrellas federales, la ensalada rusa y el vitel toné, se paraba en la puerta en silencio hasta que todos lo miraban y entonces los contaba, en voz alta y con el índice, "trece, catorce... diecisiete, dieciocho…  veintiuno, ventidós, ventitrés”, y remataba: “se pueden ir todos a la reputa que los parió", y se iba.






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