martes, 2 de diciembre de 2014

El crucero inaugural del Quantum of the Seas


Estas fotos fueron tomadas en el crucero inaugural del Quantum of the Seas, presentado como el primer smartrship del mundo.
También es un salto en la sofisticación, planteada en el escenario del diseño tecnológico conjugado con el arte.
Esta es una de las razones por las cuales el barco fue presentado en New York.
Al atardecer zarpó de un puerto de Bayonne, New Jersey, remontó el río Hudson, giró y aguas abajo desembocó en el océano Atlántico luego de pasar por debajo del puente Verrazano.


Atardece en Manhattan. Se destaca el One World Trade Center, erigido donde fueron derrumbadas las Torres Gemelas. 

El Quantum of the Seas navega aguas arriba del Hudson, con la Estatua de la Libertad a babor. La nave pertenece a la línea de cruceros Royal Caribbean, corporació norteamericana que viene fabricando los cruceros más grandes del mundo. Este, no siendo el mayor de la flota, mide 348 metros de largo, 18 pisos de alto y puede albergar 4.905 pasajeros en más de 2000 camarotes.

El bautismo del Quantum of the Seas.

El enjambre de luces del Lower Manhattan 

Cocinero filipino. La primera vez que estaba en New York.

Midtown, con el Empire State.

La idea rectora del Quantum of the Seas es el avance tecnológico. Retoma dos piletas simuladoras de surf del Allure of the Seas y el Oasis of the Seas, y le suma un simulador de caída libre. Uno va al medio del mar a sentir cómo es caerse desde el cielo. 

La cápsulo North Star, fuerte emblema del Quantum of the Seas. Un brazo la eleva casi 100 metros sobre el mar.

Desde el interior de la North Star.

Selfies históricas para las primeras elevaciones de la cápsulo North Star. El Quantum of the Seas hará temporada entre New York y el Caribe y luego partirá a su destino quizás final: China.

Arte actualizado para el vestuario de damas.



El Solarium de la proa.

Algunos de la tripulación de 1.500 marineros de todo el mundo.

El Quantum of the Seas fue concebido hace 5 años. Sus diseñadores previeron que en el 14 el mundo sería de pantallas omnipresentes. En el barco las pantallas están en el arte, el espectáculo y en la vida práctica. Hay pantallas interactivas a la salida de los ascensores en las que el pasajero puede informarse de qué eventos se están desarrollando en ese momento, cuál es el camino para llegar a determinado punto o cuál es el nivel de ocupación de los restaurantes. La marea de pantallas de smartphone de cada pasajero (con una conexión a wifi poderosa) también son parte del organismo del barco, porque cada una tiene una app con la que el pasajero controla todo lo que necesita. En esta foto, la mayor pantalla de alta mar: el ventanal gigante del espacio Two70º, de 30 metros de largo por 6 de alto, que recibe 18 proyecciones para componer una sola imagen.

Otro portento de las pantallas. Seis robots controlan seis pantallas que son parte de los espectáculos del Two70º. Cada una se mueve independientemente y entre todas danzan complicadas coreografías para las cuales se han grabado obras adaptadas al juego.

Los chinos ya están degustando la pizza.

El restaurante Grande inaugura en el Quantum of the Seas. Pronto pasará a otros cruceros de Royal Caribbean. Los restaurantes de Quantum of the Seas son a la vez más elegantes, fancies e informales que los demás barcos. Es otra generación la que se ha hecho cargo del diseño.


En el Music Hall el crucero inaugural presentó a una banda tributera de Led Zepellin, pero no a los Led Zepellin de entonce, sino a los de ahora. Jimmy Page es japonés.





Otro emblema del Quantum of the Seas, el oso polar magenta de 10 metros de alto del artista Lawrence Argent.

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