viernes, 13 de junio de 2014

Siempre Ella




Me desperté de noche. Silencio absoluto. 6.23 a.m. dice el celular.
Me llama el baño. Ir a mear es automático; lo que me llama es otra cosa.
El baño está iluminado desde la ventana por una luz artificial, como se iluminan los ambientes en un set de cine.
Miro la fuente de la luz y me asusto. Sé que no es un edificio, no puedo sospechar qué es ese foco gigante.
Es la luna, que en el filtro del vidrio de la ventana se agiganta increíblemente.
La luna siempre llama en la noche a algunas personas.




La misma luna en directo.


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