miércoles, 27 de noviembre de 2013

Afines y extraños


Me gustan las personas muy afines a mí porque no es necesito explicar los chistes, porque cuando alguien dice algo uno ya sabe qué piensa el otro y porque nos miramos y ya no necesitamos decirnos nada.


Y me gustan las personas muy extrañas porque me plantean el desafío de crear un entendimiento, para lo cual tengo que lograr comprender algo de su lógica y hacer comprensible algo de la mía.