domingo, 9 de junio de 2013

Cerrá la boca


Me dice mi dentista que me tiene que hacer un coso, como un protector de boxeador, porque cuando no me doy cuenta, más que nada a la noche, aprieto los dientes. Dice que me los voy a gastar y que así voy a llegar a los 50 años con encías de tortuga.

Me acuerdo que cuando hice la colimba había un negro que siempre andaba con la boca abierta. Tenía una boca grande, llena de carne roja y brillante, fiera de ver. Un sumbo lo vio y le dijo "cierre la boca, concrito" y el negro la cerró y en el instante la volvió a abrir. Ahí el suboficial le gritó, "cierre la boca, le dije!" Y otra vez el negro la cerró rápido y con la mirada del oficial clavada en la cara la pudo mantener cerrada un instante más. Y otra vez la abrió. "¡¡¡¡¡¡¡¡¡Cierre la boca le estoy diciendo!!!!!!!, ¿¿¿¿¿¿no escucha usted??????!!!!!!!" Entonces le preguntó "¿por qué no puede cerrar la boca? ¿tiene la nariz tapada?" El negro dijo que no con la cabeza. Tenía tanta cara de boludo que el sumbo debe haber descartado que tuviera mala intención. Escuché que el sumbo se iba preguntando a sí mismo en voz baja "¿qué le pasa a este con la boca?" 
Hoy se me ocurre que no se le deben haber gastado los dientes. Va a llegar bien a los 50.