miércoles, 21 de noviembre de 2012

La asimilación del chino



En una encuesta que hice sobre la enseñanza del idioma chino en Argentina, alguien mencionó las dificultades que importa para qué quiere aprenderlo cada alumno. O sea, ¿se puede enseñar de la misma forma a quien quiere saber algo de la lengua, a quien necesita saber “las 10 frases indispensables para moverse en Beijing”, o quien anhela leer el Tao Te Ching en chino? O más aún, ¿son esos tres chinos el mismo idioma?
Robi Villarruel, director del Centro Universitario de Idiomas, fue rotundo: “enseñamos pragmáticamente. El alumno tiene que poder encontrarse con un chino y comunicarse; bien, poco —pero comunicarse”.
Mariana Padilla, por su parte, me dice que le interesa la lengua en sí. No quiere pronunciarla ni entender a alguien que le hable en chino.
Miguel Ángel Petrecca lo aprende, incluso viajando a China, para traducir a poetas que intuye admirar.
Yo estoy cerca de Mariana: me gusta contemplar los vericuetos, la ocurrencia, la poesía y la riqueza del idioma chino. Quizás pueda comunicarme alguna vez, pero sólo será como un efecto lateral que he renunciado a buscar.

La clasificación que planteo es espontánea y sólo me aparece para desarrollar este argumento, aunque alguien debería hacerla bien en algún momento, ya que el aprendizaje del chino está teniendo una demanda masiva.

A pesar de su tosquedad, sin embargo, la clasificación permite ubicar los diferentes esquemas de aprendizaje en una línea de progresión de la influencia que tiene el aprendizaje del chino sobre el alumno.
La incorporación acrítica del rasgo mujer puede ser inmediata y permitirá la comunicación rápida. En cambio, detenerse en que las palabras bien, negación, esclavo, deseo, apellido, cobarde, tranquilo, fiesta y perspicaz están formadas con el rasgo mujer puede llevar a un tiempo indefinido de estudio, hermenéutica y reflexión.

En el primer extremo, la modificación que sufrirá la estructura lingüística, cosmovisionaria, mental, será mínima. El alumno podrá inclusive hablar un chino indio, traduciendo literalmente el español al chino.
En el otro, la digestión del nuevo elemento provocará que toda su estructura se vea modificada acaso irremisiblemente.




         女