sábado, 19 de mayo de 2012

Prueba de chino



Ayer di mi primer examen de idioma chino.
Estudio chino porque estoy haciendo la revista Dang Dai, de intercambio cultural con China.
Hago la revista porque necesito hacer algo con mi herencia vacía —mi padre ha puesto una fosa entre la China a la que pertenece y yo.
De modo que estudiar chino tiene una lejana remembranza al robo del fuego.

El examen no fue difícil, aunque tampoco fácil.
La profesora (china) ayudó; quiere que no nos desalentemos ante una empresa que todo el tiempo parece desmesurada, quiere que aprendamos su lengua.
Los compañeros ayudaron. Chicos argentinos, incluso un chiquito de la generación de mis hijos que también tiene mezcla de chinos con vascos.

El examen no fue difícil, pero sentí que me desplomaría al terminar.
Esta mañana tuve que estar en un trabajo que llevaba concentración, también. Desde la madrugada.

Ahora es sábado a la noche y aún estoy aguantando el momento que siguió a que entregué las hojas del examen.

Hoy es uno de esos días que estoy solo. En el silencio empieza a subir como el agua cuando el río crece rápido, un zumbido, tres zumbidos, un enjambre de zumbidos que me abruma, me ensordece y no me deja pensar.

Los chicos de La Delio Valdés me invitaron a su show de esta noche. Me gusta mucho la música que hacen. Pero me parece que no iré. Creo que me propongo deprimirme.

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