miércoles, 30 de mayo de 2012

Jorgito Garber



Acabo de encontrarme con mi amigo del alma, pero amigazo, lo quiero acá desde el pecho peludo y desnudo, amigo de bestialidades, mi buen hermano Jorgito Garber. Sigue pareciendo un pibe. Alto, con los rulos rubios y la nariz; sólo le faltaba la camiseta de Boca para que sea el mismo de veinte años atrás. Se sigue cagando de risa de todo, y así me dice que está muy feliz porque su chica está feliz porque está enamorada de él. Sé cuánto es capaz de hacer que una chica se enamoré de él y cuán feliz será la chica. Qué te parió, Jorgito, amigo.

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