miércoles, 5 de octubre de 2011

Viaje a Cafayate

Cafayate, octubre de 2011.

En el camino de Salta capital a Cafayate está El Anfiteatro, una abertura muy extraña en la montaña.


El Anfiteatro es del tipo de formaciones geológicas que le hacían gritar a Artaud que algo había usado la naturaleza para dejarnos signos.

La zona se llama Los Castillos. Los hombres habrán querido imitarlos. Son inventos de una mente con delirios de grandeza. Los castillos de tamaño imposible se multiplican sin que nadie los mire, en un laberinto sin fin.

En Tolombón, el spa del hotel Altalaluna.

Si no es señorial, no es Salta.


Vid de 1860.

Los enólogos de la Bodega Etchart dan clase magistral a periodistas.



Los vinos de altura se hacen Cafayate, a 1750 msnm. En Salta están los vinos que se hacen a mayor altura, en un desierto. El desierto está en pleno trópico. Las montañas del fondo (primera cadena de la precordillera) detienen la humedad que llega desde el Atlántico. Del otro lado, selva con monos, serpientes y ranas, humedad negra y enredaderas gigantes.

En el vuelo de regreso, avió de Lan por la ventanilla.


Un avión en el aire lo vemos en todas las películas, con lo que esta foto queda de lo más boluda, pero prueben a que les pase esto en la realidad y verán cómo se maravillan y a la vez se les arruga el asunto.


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